¿Conoces a alguien que sufra en exceso por “chorradas”? Y en el otro extremo… ¿Has flipado con su entereza de alguien que pasaba por una situación horrible? Esto es el poder del pensamiento positivo (o negativo). Y esto es lo que te voy a contar en este post.
Espero que cuando termines de leer, empieces a elegir mejor tus pensamientos.
Y en consecuencia, crear una vida más feliz 😉
¿Qué es el pensamiento positivo?
El pensamiento positivo, al contrario de lo que muchos creen, NO ES negar los dramas que nos ofrece la vida. O estar super happy las 24horas.
El pensamiento positivo es una filosofía vida, que sin ignorar los problemas, se centra en es escoger el (buen) potencial de todas las situaciones.
Y no se a tí, pero a mí… me parece mucho más útil creer que aunque no tengas ni idea cómo, VAS A SALIR del pozo. Útil y tranquilizador.
Pensar en positivo es aprovechar al máximo la vida cuando las cosas van bien. Y mantener la esperanza cuando van regular. Mal incluso. Practicar pensamiento positivo es tener fe en que todo va a ir mejor.
El ciclo de los pensamientos
Antes de contarte porqué son tan importantes los pensamientos positivos, te cuento un poco como funcionamos. Ahí va un resumen de cómo funcionamos por dentro:
Nuestro cuerpo reacciona a los estímulos externos en forma de emociones: cambios físicos en nuestro organismo, que lo preparan para responder al estímulo.
El ejemplo más claro de emoción es el miedo. Cuando estás en peligro. el sistema nervioso activa el famoso mecanismo de lucha-huida (o colapso). Tu pulso se ha acelerada, tu sangre va a las extremidades y te ha poseído o bien Hulk o puede que Usain bolt.
Las emociones son OBSERVABLES, MEDIBLES y TRANSITORIAS. No las eliges conscientemente, porque aparecen bajo ciertas circunstancias con una función fisiológica clara: mantenerte con vida.
Ej: Salir corriendo cuando te persigue el león. O traducido a este siglo… dar un volantazo porque el coche de al lado se ha metido en tu carril. O cambiarte de acera porque no te gusta lo que ves en la tuya. Tu cuerpo se prepara para correr, tener mejores reflejos o estar más alerta.
Cuando desparece el desencadenante, desparece la emoción. Sin embargo… puede que una vez a salvo… empieces a procesar esa emoción en tu cabeza.
De la emoción al sentimiento
¿Y qué ocurre cuando además de SENTIR, piensas sobre lo que sientes? Empiezas a tomar consciencia del peligro (real) que acabas de vivir y entonces:
- te relajas porque ya pasó y ahora todo está bien.
- te estresas pensando en lo que podría haber ocurrido.
Es entonces cuando aparecen los sentimientos. No medibles, no transitorios. Y CONSCIENTES. Porque los sentimientos son desencadenados por emociones, pero en realidad… creado por tus propios pensamientos. Cuando ponemos nuestra atención en la emoción, le damos una interpretación mental: generamos un sentimiento. Tu percepción sobre el suceso es lo que está creando el sentimiento. Menos intenso que la emoción… pero más duradero. Tan duradero como decidas que sea. Porque depende de la atención que le dediques.
Sentimientos y Creencias
Si la atención que le dedicas a una emoción se te va de las manos.. el sentimiento pasa a ser una creencia. Si te repites algo las veces suficientes… terminarás por creértelo.
Ahora CREES, que conducir es peligroso.
A pesar de que ¡no te ha pasado nada!. Estás completamente a salvo y “no tienes ningún motivo” para pensar así. Pero te has imaginado con la etiqueta en el pie y ahora, te da miedo conducir.
Un ejemplo más típico… Te sientes culpable, y acabas CREYENDO que tienes la culpa. O mejor aún… ¿has intentado convencer a alguien de que claramente no tenía la culpa de algo y no había manera?
Las creencias son nuestra INTERPRETACIÓN SUBJETIVA de la realidad. De lo que pasa ahí fuera. Son las gafas con las que vemos el mundo. Y una vez graduadas… son difíciles de cambiar. Por eso hay “personas negativas” que siempre están dispuestas a ver el mal y personas “optimistas”, entrenadas para ver la parte buena. (hello, its me)
Por eso también… existen las famosas creencias limitantes. A las que NO HAY QUE HACER CASO.
¿Imaginas lo que supone para el cuerpo recibir constantemente la orden del cerebro de que active el modo lucha-huida? Si tienes tendencia a ponerte en lo peor, estás continuamente exponiendo a tu cuerpo a reacciones bioquímicas de estrés. ¡Sin un motivo real que lo justifique!
La importancia de los pensamientos positivos
Como ves, las emociones no las puedes evitar, es tu cuerpo haciendo su trabajo de cuerpo. Nuestro organismo se va adaptando en función de los estímulos externos de forma inconsciente.
Pero sí PUEDES ELEGIR tener pensamientos positivos sobre las emociones. Y en consecuencia, también PUEDES ELEGIR CREENCIAS beneficiosas para tí.
Sin embargo, lo más habitual es tener pensamientos negativos, que se convierten en sentimientos poco útiles y las p* creencias limitantes. Y aunque no es 100% tu culpa, (a nuestro cerebro le va la marcha y siempre está dispuesto a encontrar un peligro, no me voy a extender con esto) un poquito – bastante – si que lo estás eligiendo. Si automáticamente has pensado que no tengo ni idea… echale un ojo al libro INTELIGENCIA EMOCIONAL de Daniel Goleman.
Espero que con esto ya entiendas lo importantes que son nuestros pensamientos. (Y dejes de ser hater de personas felices). Porque ahora… viene lo mejor.
Tu cerebro programa tus emociones
O lo que es lo mismo… Tus pensamientos pueden crear emociones y cambiar tu biología AUNQUE NO EXISTA UN PELIGRO REAL. Y es que resulta que nuestro cerebro no distingue nuestros pensamientos de la realidad. Es decir, no puede saber si estás imaginando algo o si realmente lo estás experimentando. El peso neurológico de ambos estímulos es el mismo para tu cerebro.
¿Quieres comprobarlo?
Lo suyo es que cierres los ojos, pero… si lo haces no podrás seguir con el experimento… así que dale fuerte a la imaginación mientras lees.
Imagina… (lo estes o no) que estás en tu casa.
Ve a la cocina, tienes una sorpresa. Un cuenco enorme de naranjas y limones. De esos con pinta de venir del campo. Ahora entiendes porqué huele tanto a cítrico. Son tan grandes que prácticamente no puedes abarcarlos. Coge un cuchillo y parte uno de los limones por la mitad. Escuchas como el cuchillo lo va abriendo, mientras se desprende un intenso olor a limón, ácido, fresco. Coge una de las mitades del limón, muérdela sin pensar y saborea tanto como puedas aguantar el zumo intenso y ácido de esa mitad de limón.
Y ahora… observa tu cuerpo. ¿has experimentado alguna sensación física? ¿salivación quizá?
TUS pensamientos crean TU realidad
Si yo lo he relatado bien (no he podido evitar que se me hiciera la boca agua escribiendo) y tú has hecho el trabajo de imaginar… habrás comprobado que no es necesario que algo ocurra en realidad para que el cerebro haga sus labores de cerebro.
En este caso, su función es activar las glándulas salivales para proteger nuestra boca de un alimento muy ácido. Cosa que no tiene ningún sentido ahora mismo, porque el limón solo estaba en tu imaginación.
Ocurre exactamente lo mismo cuando ves una peli de miedo, cuando te preocupas por algo (aún no ha sucedido) o recuerdas un momento negativo (del pasado, es decir, ahora no existe). Ninguna de éstas situaciones son amenazas reales, pero eso el cerebro no lo sabe. Así que él hace sus labores de cerebro.
Tan listo para unas cosas y tan poco avispado para otras! ¿Verdad?
Pensamiento positivo = Actitud Positiva
Ya lo ves. Basta con un pensamiento para poner el cerebro a trabajar… y el cuerpo a reaccionar. Para lo bueno… y para lo malo. Así que parece bastante interesante trabajar el pensamiento positivo ¿no crees?
Imagina… que te levantas por la mañana con la hora un poco pegada para ir a trabajar y se te queman las tostadas. O no tienes café. TU DÍA HA EMPEZADO MAL. Porque realmente necesitas café para sobrevivir. Llegas a la oficina con un no me hables que no soy persona. Tarde encima, porque además has pillado atasco… Y entonces te dan una mala noticia. Y como estás en la espiral de negatividad… la interpretas como el fin del mundo.
Imagina… que te levantas por la mañana con la hora un poco pegada para ir a trabajar y se te queman las tostadas. O no tienes café. TIENES QUE ENDEREZAR ESTO. Decides coger un cafe para llevar de camino. Pero hay bastante atasco. Decides pedir un globo con tu café preferido (nada que ver con el de la máquina). Y mientras te lo bebes… te dan una mala noticia. Pero en este caso… le das la importancia que tiene y en vez de quejarte piensas en la solución.
Evidentemente la situación dos es mucho más útil y cómoda que la primera. En cuanto a los hechos… no hay ninguna decisión extraordinaria, pero los resultados sí son muy diferentes. Es más. Seguramente cuando ya hayas vuelto de trabajar y estés tranquilamente en casa relajándote… vuelvas a pensar en el fin del mundo. Sin embargo, si has elegido el pensamiento positivo, seguramente ni te acuerdes de que no tenías café por la mañana.
¿Con qué situación te identificas más?
Como atraer el pensamiento positivo
En el ejemplo anterior has visto que siempre hay una alternativa de pensamiento positivo en cualquier situación. Que no tengas café es una chorrada (o no… según te lo quieras tomar). Pero… hay situaciones que se te quedan marcadas y realmente se convierten en una carga en tu día a día. Y según tu respuesta a ellas…
Puedes convertirte en una persona malhumorada, miedosa… o FELIZ. Tu eliges.
Porque igual que puedes recordar tus traumas y revivirlos, también puedes hacerlo con los momentos felices. Elegir pensar en positivo es “simplemente” dominar tu atención. Se trata de dirigir tu energía mental exactamente hacia donde tú quieres.
¿Cómo mantener una actitud positiva cuando todo va mal?
Si crees que todo va mal… es que has enseñado a tu cerebro a tener pensamientos negativos. Porque… está diseñado para ahorrar energía así que en cuanto detecte un pensamiento (positivo o negativo) de forma recurrente… ese pensamiento va a traducirse en un rasgo neuronal.
Si has leído mi post sobre los hábitos ( te cuento porqué crear hábitos saludables puede mejorar MUCHO tu vida) ya sabrás cuánto le gusta al cerebro repetir una y otra vez lo que aprende. Y lo mucho que le cuesta cambiar una vez que tiene una costumbre…
Así que si durante este post tu tendencia es a pensar que «no es tan fácil», que tú no eres «pesimista que eres realista» y ese tipo de cosas… Pero en el fondo quieres creer que tú también puedes mejorar, buenas noticias: solo has perdido el control sobre tu atención.
SIEMPRE hay algo que está bien.
TODO TIENE POTENCIAL DE MEJORA.
Y (si quieres) puedes recuperar el control y ELEGIR enfocarte en lo bueno.
Como te decía al principio, no es que pensando en positivo te vayan a salir las cosas bien. Pero lo que sí va a hacer es ver las cosas de otra manera, vas a reaccionar de forma muy diferente a los retos de la vida. Y eso se traduce en mantener tu cuerpo mucho más equilibrado.
Así que si ya tienes tendencia a pensar negativamente… vas a tener que trabajar. Igual que has hecho con tus creencias negativas, cuando creas que too va mal, tendrás que convencerte de que TODO SE PASA y de que el ser humano tiene TODOS LOS RECURSOS NECESARIOS para darle la vuelta a cualquier situación. De verdad. TODOS.
Piensa esto: HOY SIGUES CON VIDA. Y en mayor o menor medida has tenido que superar situaciones que han sido difíciles para tí. Así que sea lo que sea por lo que estás pasando, puedes elegir minimizar el sufrimiento y recordar que puedes cambiar.
Ahora sí, vamos a aprender a generar pensamientos positivos. Te cuento algunas cosas que puedes hacer para empezar a pensar positivamente y tener una actitud más optimista 😉
Las palabras NO se las lleva el viento
Dice Miguel Ruiz en LOS CUATRO ACUERDOS que
La palabra es la herramienta más poderosa que tiene el hombre: es capaz de crear y destruir,
de generar y modificar estados de ánimo en otras personas y en nosotros mismos.
De hecho…. el primero de los acuerdos es: SÉ IMPECABLE CON TUS PALABRAS. Y es que… las palabras son tan importantes como los pensamientos. Y no, NO SE LAS LLEVA EL VIENTO. También forman parte parte del ciclo de las emociones. Como hablas (y cómo te hablas, qué cosas te dices) influye directamente en tus emociones.
Esta es la primera técnica para tener una mejor actitud ante la vida:
PRACTICAR AFIRMACIONES POSITIVAS
Las afirmaciones positivas son frases redactadas estratégicamente para poner el foco en lo bueno que pasa o en el potencial de mejora del que antes de hablaba. Cuando las dices ponen el cerebro en modo calma. FÍSIOLÓGICAMENTE. De nuevo, NADA DE MAGIA. Y si las repites lo suficiente, puedes convertirlas en creencias, gracias a la capacidad del cerebro de aprender por repetición.
¿Qué es lo que más te repites cada día? ¿Crees que eso que te dices tiene algo que ver con lo que tienes ahora mismo?
¿Como entrenar el pensamiento positivo?
Recordemos que el cerebro está diseñado para adaptarse a los estímulos que reciba. Y también que pensar en positivo NO ES NEGAR las circunstancias ni reprimir las emociones. No se trata de ir dando saltitos por la vida, sino decidir enfocarte en la parte positiva o en el potencial de cada situación. Y hacerlo con tanto interés que el cerebro aprenda a funcionar en modo positivo.
ATENCIÓN
El primer paso en todo problema… es reconocer que tienes un problema. Así que… lo primero es prestar atención a tus pensamientos recurrentes. ¿Qué piensas? ¿Qué te dices? Empieza a prestarte atención para trabajar el pensamiento positivo. Si no lo has hecho nunca, seguramente te sorprendan las cosas que te dices…
GRATITUD
Y pocas cosas hay más positivas que PRACTICAR LA GRATITUD. ¿Qué sientes cuando agradeces? Recupera ese sentimiento y ánclalo muy bien. Si eres capaz de recurrir a la gratitud aún cuando estás teniendo pensamientos negativos, podrás dispersarlos casi sin darte cuenta.
MEDITACIÓN
También para salir del modo bucle de pensamientos negativos… hemos dicho que tenemos que controlar nuestra atención. Para eso no hay mejor técnica que la MEDITACIÓN. Meditar relaja la mente y al contrario que el estrés, activa el modo de crecimiento.
Si después de meditar practicas agradecimiento o afirmaciones positivas, convertirás estas prácticas en tu respuesta habitual en el día a día.
JOURNALING
Si como a mí, lo de meditar te cuesta un poco, te animo a que pruebes el JOURNALING. También nos sitúa en modo crecimiento y también nos ayuda a entrenar nuestra energía mental. En este post te cuento todo sobre la técnica y te regalo también una plantilla journaling.
Y si quieres ir por todas, puedes unirte a mi programa de 27 días de journaling para crear tu mejor hábito.
27 DÍAS DE JOURNALING PARA CREAR TU MEJOR HÁBITO
Te ayudo a crear un hábito (journaling o el que tú prefieras) a través de la propia escritura. PORQUE… NADA DE ESTO FUNCIONA SIN REPETICIÓN. Si quieres desarrollar pensamiento positivo, tienes que practicar a diario. Es decir: CREAR UN HÁBITO. ¿Te animas a ponerlo en práctica?
¿Es suficiente practicar el pensamiento positivo para tener éxito?
Esto mejor… te dejo que me lo respondas tú cuando hayas practicado lo suficiente! ¡Aquí te espero para que vuelvas a contármelo! 😉